from the waist up

Imagen: Pinterest

Imagen: Pinterest

Mailye Matos

Nos vestimos from the waist up.

Vestir los pies se ha vuelto irrelevante, ¿para qué necesitamos zapatos esculturales?

Nos convertimos en un retrato viviente, en un eterno selfie. No sé porqué me hallo sorprendida, si desde mucho antes de la pandemia, nuestras vidas ya pertenecían al reino digital. Lo cotidiano transcurría de la cintura para arriba salvo que nos diera con fotografiar los pies, en la acera o en la arena como dictaba el canon.

Ahora los pies se fotografían suspendidos en el aire, frente a una pared blanca, atados con finas tiras de cuero falso mientras el tímido tacón se asoma. O mejor aún, saliendo por una ventana como queriendo escapar sin nada sólido en que apoyarse como dicta el nuevo canon. Vaya simbolismo.

Leí que ahora te puedes casar en Zoom, insípido sabor para el momento. Al menos todos vestirían from the waist up, podrían estar o no estar.

¿Y si se llevan los pies, suspendidos en el aire?

El esmalte de uñas tendría sentido.

Anterior
Anterior

privilegio masculino

Siguiente
Siguiente

WRAP IT UP: UNA MIRADA A LA OBRA DE CHRISTO Y JEAN CLAUDE