Soledad: fiel compañera del artista

Barbara Ess, Fire Escape. Shut-In Series, 2018-19.

Mailye Matos

Cuando la fotógrafa americana Barbara Ess, se vio afectada por bronquitis en 2018, tuvo que apuntar su foco al espacio que la rodeaba. En una serie de fotografías llamada Shut-In Series, capturó momentos y objetos que formaban parte de su entorno.

Esta práctica es común a artistas que por alguna u otra razón se ven destinados al confinamiento, como en el caso de Frida Kahlo quién convaleciente, dirigió la mirada a sí misma para la creación de su celebrada obra. Muchas de sus pinturas la representan postrada en cama en medio de paisajes amplios desprovistos de otros elementos.

Aislamiento social, las dos palabras que resuenan por estos días, son parte integral del mito que hemos construido alrededor de la figura del artista. Es normal que le asociemos con un ser solitario y taciturno y a su creatividad con un despliegue de elementos íntimos que proveen acceso a una soledad repleta de caos y tortura psicológica.

Una simple búsqueda en google de las palabras artist and solitude produce una infinidad de resultados que vienen acompañados de frases pro-soledad de los grandes artistas que dejaron su huella en la historia del arte. El aislamiento, fiel acompañante de sus procesos creativos, dio paso a mecanismos de introspección y contemplación que simplemente no habrían sido posibles de otra manera.

Artistas como Andrew Wyeth y Eduard Hopper gozaron de una capacidad para recoger, a través de su obra pictórica, la atmósfera de ausencia que pueden integrar paisajes rurales y urbanos. En el caso del último la soledad captada en compañía también es palpable.

Vincent Van Gogh y David Hockney captaron la propia soledad desde habitaciones. mientras que artistas como Frida Kahlo y Jean Michel Basquiat han expresado en algunas de sus obras los aspectos psicológicos de la soledad.

Louise Bourgeois y Georgia O’Keefe hicieron de la soledad la materia prima de su producción artística, aislándose para desbordar su creatividad en los distintos medios en que se expresaron. Otros como Ruth Asawa transformaron el confinamiento impuesto por la guerra y los campos de concentración en el ingrediente principal de su obra, dando así sus primeros pasos en la práctica artística.

En tiempos de aislamiento social, cabe mirar hacia el interior y ver si como estos artistas, logramos transformar las emociones y si no, basta con contemplar su obra para hallar alivio.

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